"Extraño. Así fue el primer momento que vi a Carolina con otros ojos. Extraño"



Estábamos los dos muy nerviosos. En una noche fría en las montañas de Antioquia esperando por una decisión de la que dependían los siguientes 18 meses de nuestra vida.
Ella y yo éramos los dos últimos competidores para un mismo cargo y esa noche, después de escucharla hablar y verla en ese vestido negro, pero sobre todo, cuando la decisión se había tomado y nos llamaron a escuchar el veredicto, nos dimos un abrazo que para mi fue revelador. Fue intenso, fue largo, fue emocional, fue una ventana el futuro. Al tenerla en mis brazos, por primera vez me di cuenta que quería seguir abrazándola por mucho más tiempo.
Esto sucedió la noche del 14 de Enero de 2006.

Unos meses mas adelante después de tener el placer de trabajar con ella por una semana en Barranquilla nos fuimos con un grupo de amigos a un paraíso terrenal llamado parque Tayrona. Allí para resumirlo en una frase: "la ví" (hablaremos mas adelante de esta historia en otro post). En medio de palmeras, playas perfectas, un sol abrazador, pan de chocolate y ron con coca-cola, decidí jugármela por ella.
Con esta decisión tomada el destino nos llevó juntos a Pereira y Medellín y de vuelta a Bogotá me dí a la tarea de conquistarla con todo el arsenal de poemas, canciones, invitaciones, correos, sms y cualquier otro medio que mi corazón ya totalmente enamorado me impulsara.
Eventualmente lo logré, la enamoré, pero se fue. En un día de principios de Junio del 2006 partió hacia Argentina y en su equipaje de mano le puse una mariposa, una chocolatina y una carta en la que le declaraba la intensidad y el sancocho de sentimientos que se quedaban en mi corazón y la incertidumbre de nuestro futuro pero la certeza de que lo que había era amor, y por montones.

Con esta incertidumbre y esta certeza decidí atravezar medio mundo (literalmente) en Septiembre del 2006 y volando desde Varsovia hasta Buenos Aires, con unas cuantas escalas, llegué a Argentina con la misión de pedirle que fuera mi novia, misión que cumplida el 7 de Septiembre a eso de las 8 de la mañana.
Por fortuna la respuesta fue si! con una condición que los dos nos pusimos tácitamente unos meses atrás y firmamos cada día desde entonces: No planes, no futuro, no final.