120 días

Después de 120 días, 12 países y 52 ciudades.
De viajar en avión, avioneta, tren, tram, metro, bus, barco, lancha, kayak, canoa, moto, bicicleta y ferry.

De ver, lagos, montañas, cuevas, mar, océanos, corales, ríos, playas, nieve, atardeceres, amaneceres, lluvias, tormentas eléctricas, mini ciclones, la vía láctea, estalagtitas y estalagmitas, bruma, rocas calizas, conchas de mar, estoraques, campos de arroz, muchos cultivos, campos áridos, selva tropical, cerezos en flor.

Peces de muchos colores, elefantes, culebras, muchos pájaros de colores, perros de playa, gatos callejeros, lagartijas, muchos zancudos y moscos, un insecto que aún no sabemos que era, caballos, gallos y gallinas, medusas, erizos, murciélagos, micos, mariposas, dragones (pintados y en esculturas), cangrejos, golondrinas, sardinas, venados, tiburones, rayas, tortugas y nutrias.

Después de comer noodles de todas las denominaciones, curries, kimchies, sushi, desayunos de buffet y desayunos de pan y agua, peces a la parrilla, huevos de pato, kfc en momentos de necesidad y sándwiches de seven eleven.

Después de dormir en hoteles, hostales, casas de amigos, en trenes y buses, en camas duras y blanditas, colchones en el piso y sillas de aeropuerto.

Después de ver ciudades modernas, acogedoras, agrestes, gigantes, chicas, calientes, húmedas, contaminadas, mágicas, sobrepobladas, tranquilas, difíciles, sosntenibles, caras y baratas... les vimos su personalidad.

Reímos, bailamos, meditamos, lloramos, nadamos, trabajamos, hablamos (mucho), descansamos, leimos, hicimos ejercicio, caminamos, careteamos, vimos fútbol, gritamos con euforia, sobre todo, VIMOS y comprendimos.

Interiorizamos que todos somos humanos, que es más lo que nos une que lo que nos divide, que la cultura y la educación son la base del desarrollo, que la guerra es igual de cruel y estúpida en todo lado, que la naturaleza es majestuosa, que las religiones son todas hermanas en su fin, que el mundo es muy grande y hay que seguirlo conociendo.

Y nosotros como personas. Que nuestra capacidad emprendedora se debe potenciar, que debemos cuidarnos mutuamente y a nosotros mismos, que la familia es fundamental y que los amigos se deben cultivar, que somos capaces de cumplir nuestros sueños!

Y yo de ti. Que no puedo tener una mejor compañera en este viaje sin fin que nos propusimos compartir llamado vida. Te admiro, me encatas y te amo profundamente.
Hiroshima. Una historia improbable.
Comencemos por lo obvio y lo más triste. Estar parado en el lugar donde lanzaron la primera (y de verdad, esperemos que la última) bomba atómica con intenciones bélicas contra la población, es un sentimiento de tristeza profunda y de recogimiento tremendo. Al estar parado viendo la única estructura que quedó en pie a kilómetros a la redonda.


Por la simple razón de que estaba prácticamente en el ojo de donde cayó la bomba. Uno se pregunta, ¿qué tanto mal somos capaces de hacer los seres humanos? La respuesta, muchísimo.

Leer las escalofriantes cartas del ejército de los Estados Unidos “recomendando estratégicamente” los lugares donde se causara el mayor daño posible, ver como esas mismas cartas sugerían no alertar a la población sobre el ataque, ver las fotos de lo que quedó, los videos de los sobrevivientes… es una visita que drena emocionalmente, que aturde, que deprime.


Yo tuve el corazón partido todo el tiempo pero no pude contener las lágrimas al ver el reloj.

Lo donó el hijo de una persona que perdió a su padre en la explosión, y como ven, el reloj quedó detenido a la hora exacta de la explosión… el encontró el reloj en una pila de escombros y cenizas donde era su casa, entre esos escombros y ceniza, estaba su familia…

Ahora, ¿por qué digo que es una historia improbable? Porque Hiroshima y todo el pueblo japonés se levantó, ¡y de que manera! La ciudad es verde, dinámica y su gente es muy PERO MUY amable y cordial.



Te saludan siempre sonriendo, te ayudan, son solidarios. Es como si estuvieran en una misión de mostrarle al mundo que sin importar lo que les pasó, ellos están por encima del odio y del rencor y que la manera de salir no es la venganza, sino la firme convicción y el trabajo duro de su gente.

Después de esta triste visita, fuimos a un lugar que está solo a unos kilómetros de Hiroshima. Es otro patrimonio de la humanidad, la isla de Miyahima con su Tori.
Este lugar es mágico!

No solo es muy lindo e impresionante, sino saber que estuvo a pocos kilómetros de donde hubo tanta destrucción, la paz y la serenidad que se respira acá, es simplemente deslumbrante. A nosotros nos tocó un día frío, pero aun así, apreciamos mucho su belleza.





También vale la pena mostrarles esta joya. En el hostal donde nos quedamos había muuuuchos libros de manga y juegos retro de nintendo. Me pude el de la llegada de Trunks a la tierra y encontré estos de super campeones (capitán Tsubasa en Japonés)


Estos primeros destinos de Japón nos comenzaban a mostrar un país fascinante, lleno de contrastes y riquísimo en cultura en comida. Ahora nos íbamos a una de sus ciudades más emblemáticas. Kioto.


Busan y el ferry a Fukuoka - La mini aventura -


(Vista desde la torre de Busan)

Esta es una historia corta, fácil y digna de contar.

Decidimos llegar a Japón en ferry. El barco sale en la noche de Corea y llega en la mañana de Japón. Teníamos habitación privada y el barco tenía salas de Karaoke, comedor, sauna… que podía salir mal?

Bueno, llegamos a Busan con un par de horas para ir a conocer el parque y la torre, así que decidimos ir hasta el puerto, hacer check in, dejar las maletas y salir a conocer, acá comenzamos a fallar. Después del check in, nos fuimos para el lado contrario (me falló el GPS interno, otra vez :( ), comenzamos a perder tiempo, comenzó a llover, nos devolvemos hacia el lugar correcto. Con lluvia y todo, Busan se ve como una ciudad muy linda! Con mar y montaña como nos gusta, con casitas de colores, tiene un aire a Rio de Janeiro... bueno, habrá que volver! 
El caso es que el tiempo correo porque las maletas solo nos las guardan hasta las 7 pm, así que decidimos tomar metro, nos bajamos en la estación equivocada, salimos y nos damos cuenta que estamos como a 3 kilómetros del puerto y son las 6:42 pm, está lloviendo y tenemos nuestros morrales de computador al hombro. 
Entonces en ese momento mis piernas se acuerdan que el record personal es 5:02 minutos el kilómetro, así que me ajusto la chaqueta y el morral, Caro me da ánimos y me dice que nos vemos allá, que vaya y rescate nuestras maletas, y ahí voy! 
Corriendo bajo la lluvia en una ciudad que no alcanzamos a conocer y tratando de llegar al puerto de donde vamos a partir. Lo logro! Llego 7:02 pm, saco nuestras maletas y Caro llega unos minutos después. Compramos agua y entramos al barco. Es efectivamente gigante! Entramos a nuestra habitación y tenemos un camarote. Como estamos rendidos decidimos dormir una hora antes de salir a explorar el barco, qué puede salir mal? 
Bueno, que no tenemos ni un Yen! (moneda japonesa) y no reciben tarjetas ni dólares ni hay cajeros en el barco (obvio!) así que allí estamos, muertos de hambre, a las 9:30 pm, en un barco a punto de zarpar para Japón, sin un Yen! 
Afortunadamente el señor de la recepción se compadece de nosotros y nos cambia 20 dólares con lo que podemos comer, tomarnos una cerveza y comernos 2 helados, yo me voy para el sauna a ver como partimos y Busan me regala esta vista de despedida

Después me voy a tratar de dormir mecido por las horas, muy romántica la idea (no pude! Caro si). 
A las 6:30 am cuando me despierto, estamos hace rato anclados al puerto de Fukuoka. Comienza nuestra aventura Japonesa.

Seúl, la capital pop. Con mucha personalidad.



Después de todo un día de viajes, de esos de los que ya estábamos acostumbrados (tren, metro, skytrain, avión…) llegamos a Seúl desde Beijing. El solo hecho de sobrevolar la ciudad ya te muestra el gran contraste con Corea del Norte. Cuando llegamos al aeropuerto, había scanners de temperatura del cuerpo para evitar que entres con síntomas de enfermedades, y no te sellan el pasaporte, te dan una tarjeta electrónica. Encontramos wifi gratis muy fácil, en el aeropuerto, el tren y en las estaciones de metro.
El Seúl nos quedamos con nuestra mamá Coreana – GRACIAS EJ!! – y nos quedamos en el corazón de la rumba, en el barrio de Itaewon.

El Seúl tuvimos la linda oportunidad de vivir lo que los alumni de AIESEC llaman un AIESEC family day. Se trata de una actividad anual que hacen, donde contratan a un guía profesional que los lleva por lugares emblemáticos de la ciudad y les cuenta toda la historia. A esta actividad van los alumni con sus familias. Algo muy lindo y nos mostró de forma muy local la ciudad!



También nos contaron que si se renta trajes típicos coreanos, las entradas a los museos son gratis. Que buena idea de volver a la ciudad un colorido recorrido!


Luego en la noche nos quedamos con el grupo de amigos de EJ quienes nos dieron MUCHA comida y MUCHO alcohol y como no rumbeábamos hace rato, pues rematamos en un bar latino, con DJ colombiano, bailando salsa y merengue. Buena fiesta!


Al otro día fuimos a ver el otro contraste, el museo de la guerra del lado de Corea del Sur. 

Como toda historia tiene dos lados, necesitábamos ver esta. Por ejemplo, de este lado, nuestras tropas fueron héroes. 


Fue muy interesante ver su versión de los hechos y aunque guerra es guerra y es mala por donde se le mire, es de resaltar que en todo lado, el mensaje de este museo es “por favor no repitamos esta historia”. Nuestra guía, una niña de 12 años, voluntaria, estaba practicando su inglés como guía del museo y conociendo la historia triste de su país para no repetirla. Gran mensaje.

En el resto de días de la ciudad, nos fuimos a recorrer los lugares más famosos, pero cada esquina nos mostraba cosas únicas, llenas de personalidad, de color, de su toque único. Las esculturas, el arte callejero, 



los restaurantes y cafés, 

la torre, 

la cantidad de calles de compras, el río, 

los cafés de gatos! (si, estuvimos en uno de los cafés donde el gasto que uno hace va para la recuperación y alimentación de gatos callejeros :D)

el barrio antiguo… es una ciudad con mucho que ofrecer.
Hay que hacer mención especial para el barrio Gangman, donde fuimos a vivir la tecnología de Samsung del futuro (WWWOOOOWWW) y obviamente a bailar Gangman style en la calle.

Esta vibrante ciudad de más de 25 millones de habitantes en su área metropolitana es para volver y recorrerla de cabo a rabo. Aunque es un poco chocante ver a los hombres obsesionados con la belleza (se maquillan y se operan) y se nota el culto a la belleza y por qué no, a la superficialidad, la combinación de tecnología, arte, cultura y pop, la hacen fascinante. Volveremos Seúl!




Corea del Norte, un universo paralelo

Desde el cruce del puente de la amistar Chino-Coreana se comienza a sentir mucha intriga y porque no decirlo, algo de miedo al estar entrando a este país tan enigmático y del cual sabemos tan poco de fuentes oficiales.

Nuestro grupo de acompañantes son 2 chinos, 2 taiwanesas, 1 chino que habla Coreano y que al principio pensamos que era el espía, luego pensamos que era el jefe de las guías Coreanas y al final nos dimos cuenta que el pelotudo ni hablaba bien Coreano.

El cruce del puente no son más de 2 minutos, pero la primera instrucción que nos dieron en China antes de salir fue, por favor no fotos al personal militar en la estación después de pasar el puente, así que tomamos este video y a esperar la requisa.
La requisa tomó casi 2 horas, pero era una requisa aleatoria y hasta rara. A algunas personas les miraban de todo, les hacía sacar de todo. A nosotros siempre nos miraban, miraban los pasaportes y hacían cara como de “estos qué carajos hacen acá…”. Nos preguntaron cuántos aparatos electrónicos llevábamos y si teníamos USBs. Almorzamos mientras la requisa y arrancamos para Pyonyang. En este recorrido de más de 4 horas, en un tren viejito, muy lento pero con camas cómodas nos acompañó casi siempre un paisaje como este en el video.
Mucho campo, pocos pueblos, poca gente. Donde hay gente habían ciclas. Pocos carros y los pocos carros muy viejos. Caras de curiosidad al vernos en el tren.
Cuando llegamos a Pyongang nos recibió nuestra guía que nos pidió que durante nuestra estancia la llamáramos Mrs (señorita) Lee. Nos llevaron a comer y nos dijo que era los primeros Colombianos que conocía en su vida, que quería que le hiciéramos todas las preguntas  y que quería que fuéramos amigos. Nos especificó que nos llevarían a nuestro hotel, donde pasaríamos la noche y de donde no nos era permitido salir y se quedó con nuestros pasaportes.
Este era nuestro hotel

Al segundo día nos fuimos a visitar la ciudad donde se encontraba el castillo de la primera dinastía que unió a toda Corea y luego a la zona desmilitarizada (DMZ). Nuevamente en el camino la misma historia, poca gente, mucho campo, ciclas…
La carretera es muy defectuosa así que tomó un buen tiempo en llegar allá. Yo iba oyendo música y aprovechamos para ponerle una canción de Carlos Vives a nuestra guía. Esta fue su cara

y una vez entramos a la zona desmilitarizada nuevamente nos piden que no tomemos fotos del personal militar ni de las instalaciones militares. Nos cuentan que en la zona desmilitarizada hay 300 familias norcoreanas que cosechan la tierra y se empeñan en contarnos que ellos ganaron la guerra de Corea, que derrotaron a los Estados Unidos, que los Estados Unidos y sus aliados son el demonio de la humanidad, que su ejército está listo para una confrontación militar, que para eso han desarrollado armas atómicas, que nunca las usarían contra su hermano pueblo de Corea del Sur, pero si contra cualquier otro, que tienen un ejército listo para atacar instantáneamente apenas el líder supremo lo indique.
Acá estamos a metros donde, exactamente un mes después, se iban a reunir de forma histórica los líderes de las dos Coreas e iban a pasar la zona de demarcación.

Durante todo el día (y todo el viaje) nos dieron muy buena comida. Muy sabrosa y con porciones enormes. 

Nos llevaban a restaurantes donde éramos los únicos clientes (solo en el último almuerzo vimos otros comensales en el restaurante) y siempre en televisión estaba el mismo video. Mujeres muy lindas cantando en tonos angelicales y lo que parecía la banda marcial del ejército, muy parecida a la del ejército rojo de la Unión Soviética en su tiempo. Nuestra pregunta todo el tiempo fue: ¿esto es normal? ¿Así se come acá? ¿Por qué siempre estamos solos en los restaurantes? ¿Por qué nos dan TANTA comida?

Ese día les pedimos que diéramos una caminada por una calle y después de hacer algunas llamadas a sus superiores nos permitieron caminar por 15 minutos, siempre al lado de ellas, por la calle más moderna de Pyongyang. Nos explicaban que esa calle viven los profesores y científicos, que ellos son muy respetados y que por eso viven en los mejores lugares. No pudimos evitar pensar en el sistema de facciones de Divergente.

Luego de la caminada, nos llevaron otra vez a nuestro hotel donde tuvimos la primera experiencia de Karaoke con asiáticos!! Más detalles del Karaoke en Asia en otra entrada de blog.

Al otro día nos tocaba el día de ciudad. Este día visitamos una de las granjas comunitarias donde nos mostraron como producían legumbres y verduras en invernaderos.

Nos permitieron entrar a una de las casas tradicionales


Y nos contaron que en este sistema, las personas deben entregar todo lo que producen al gobierno, este lo pesará y medirá la calidad y les dará un sobre con dinero para que vayan a comprar por los bienes que necesiten.
Luego de esta visita nos llevaron al museo de la guerra…
Este tipo de visitas a Caro y a mi nos dejan con mucho sinsabor y mucha nostalgia. Es una demostración de que como especie, aún no somos capaces de convivir ni co-existir y que, 1.000.000 de años después, aún parece que lo que sigue uniéndonos es la capacidad y el deseo de destruir.
Este museo es una oda a las proezas y facultades del ejército norcoreano y a la crueldad de los Estados Unidos y sus aliados. Acá fue un poco chocante ver nuestra bandera Colombiana destrozada en el piso, en el pabellón donde muestran los países que se enfrentaron al bando de Corea de Norte y escuchar a la guía del otro grupo en Chino hablando de nosotros y mirándonos con algo de desidia mientras les contaba los países aliados a la ONU que participaron en la guerra.

En la parte final del museo, donde nos prohibieron tomar fotografías, vemos una estatua en cera del al menos 20 metros de altura del presidente vitalicio Kim Il Sun, quien se parece mucho al actual líder Kim Jung Un. En esta parte del museo, muy moderna comparado al resto de lo que hemos visto, nos muestran una película en un domo que se mueve 360 grados con una recreación de la guerra. Una obra maravillosa de arte, lástima el tema.

Luego de esta experiencia incómoda y de visitar algunos otros puntos emblemáticos de la ciudad como el monumento del partido (donde no nos era permitido cruzar la calle) 



y la visita al metro de la ciudad (donde nos subieron al primer vagón y nos miraba la gente con mucha curiosidad) 



fuimos a uno de los puntos altos del tour. Nos llevaron a visitar una escuela secundaria donde unas niñas nos cantaron algunas canciones folclóricas.





Tuve la oportunidad de jugar fútbol con ellos


Y caro les hablaba a todos los grupos que se quedaban mirándola

Esta visita nos mostró que niños son niños en toda parte del mundo, sus caras de inocencia y su curiosidad es igual en todo lado. Que importante que es la educación para usar toda esa energía y curiosidad y darle la vuelta a la historia!

Después de esta visita nos volvieron a dar cantidades de comida, esta vez en la oficina de la empresa de turismo del gobierno que estaba guiando nuestro tour. Un punto interesante acá: Nuestra guía nos contaba que su meta para el 2020 es estar recibiendo al menos 2 millones de turistas al año; eso es multiplicar por 10 lo que reciben ahora. Cuando ella nos dijo eso, le preguntamos a nuestra guía:
-y tu podrías montar tu propia empresa de turismo? Ella no nos entendió.
-Mi propia empresa? Dijo
-Si, tu eres la operadora local y nosotros hacemos el marketing para que lleguen los turistas
-Yo no puedo montar una empresa, todas las empresas son del gobierno
Acá se acabó la conversación. Evidentemente, el emprendimiento está prohibido.
Al otro día comenzó nuevamente nuestra travesía hacia China. Nos devolvieron nuestros pasaportes en el bus, nos subimos al tren, nos despedimos de nuestras guías y comenzaron las 4 horas hasta la frontera nuevamente. Como esto ya lo conocíamos, sencillamente dormimos y leimos. Pero nos faltaba una aventura más antes de salir de Corea del Norte.
En la requisa de salida, a nuestro vagón llega el que parece ser de un alto rango militar, se queda mirando nuestros pasaportes y le da curiosidad. En un inglés muy difícil nos pregunta que idioma hablamos en Colombia, le contestamos que Español, el nos habla en Francés y allá muy adentro, nuestras neuronas se activan y recuerdan nuestras clases de Francés de hace 10 años con Geraldine (Merci Geraldine!!). Así que, aquí estamos nosotros, 2 colombianos, en la frontera de Corea del Norte con China, hablando con un alto oficial Norcoreano, en Francés, sobre la batalla de Waterloo! No pudimos dejar de pensar en esta escena.

Pero así nuestro Francés primitivo nos acercó a este militar, que nos revisó muy someramente, nos siguió hablando en Francés, feliz de practicarlo (con nosotros, gracias) y nos despedimos sobre las 4:30 de la tarde de esta experiencia única, esta vez volviendo a Dandong de día, donde nos mostró otra cara

  • Nosotros

    Él es Ingeniero,
    ella publicista
    Ella una taurina,
    él un escorpión
    Ella es dormilona,
    a él le gusta madrugar
    él le gusta el futbol
    y a ella bailar
    Ella le gusta en películas ver
    lo que el prefiere en libros leer.

    Ambos Colombianos
    y apasionados de viajar
    compartir una comida y
    un buen vino para brindar
    pasar horas hablando de la vida,
    amándose sí Dios quiere toda la vida.

    Asi viven sin esperar el mañana
    sin planear el mañana
    pero con la seguridad de la eternidad.

    Bienvenidos a nuestra historia de amor.

    Juntos en

    El principio

    El principio
    Bogota, Colombia -2006

    Quieres ser mi...

    Quieres ser mi...
    Bs. As Argentina -2006

    1er Aniversario

    1er Aniversario
    Estambul, Turquia 2007

    2do Aniversario

    2do Aniversario
    Rio Janeiro, Brasil 2008

    3er Aniversario

    3er Aniversario
    Venecia, Italia 2009

    Compromiso

    Compromiso
    Paipa, Colombia 2010
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